Para el título de este artículo me inspire en Romanos 15:18 PDT, es parte de ese versículo y fue escrito por al apóstol Pablo, quien es además uno de los creyentes de la biblia que más admiro por muchas buenas razones, entre ellas que siempre hablaba de lo que Cristo logró para nosotros en su sacrificio en la cruz.
Cuando comencé esta página lo hice con el firme deseo de hablar de Jesús, y de todo lo que él es y lo que hace por nosotros, mi enfoque es que él sea exaltado mediante mi vida y poderles compartir a otros de eso.
Por eso es que poco o nada he comentado de mi vida personal, porque como dije no está enfocado en quien soy yo, sino quien es Jesús. Sin embargo creo que una manera de compartir acerca de Jesús es como lo hizo Pablo, contando de lo que Cristo ha logrado en nosotros. Por eso este artículo será algo más personal que lo que he escrito antes. No quiero contradecirme al hacerlo así, pero quiero hablar de lo que Cristo ha logrado en una de las personas más especiales y cercanas para mí: mi mamá. Quiero hacerlo para la honra y gloria de Dios, y con el permiso de ella.
Mi mamá se llama Engracia, (y vaya que Dios la ha envuelto con su gracia) pero es más conocida como Mary, no María, sólo Mary. Actualmente tiene 52 años y es la quinta hija de nueve hermanos.
Mi mamá nació en un pequeño rancho, desde muy chica trabajó en el campo cortando café junto con sus cuatro hermanas mayores, al ser varios de familia todos tenían que colaborar y sólo los más pequeños se quedaban en casa. Ella concluyó hasta tercer año de primaria y después de eso el trabajo fue todo lo que conoció.
A la edad de 15 años ella se casó con mi papá, quien se llama Magdaleno pero todos lo conocen como Joel. Hasta ese entonces, mi mamá no había escuchado de Jesús, pero Jesús vino a su encuentro.
Un día ella encontró un nuevo testamento en casa de su suegra, y su suegra se lo regaló, entonces mi mamá se puso a leer esa parte de la biblia por primera vez en su vida y ahí Dios abrió su entendimiento para que pudiera comprender que había pecado, como todos lo hemos hecho y que ella estaba en una necesidad muy grande de ser salvada y sólo a través de Cristo podría lograrlo.
De verdad que esa parte siempre me ha gustado, que a diferencia de muchas personas que necesitamos de una constante y larga evangelización por parte de algún familiar o amigo para acercarnos a la iglesia y posteriormente para leer la biblia, en mi mamá fue porque Dios mostró misericordia y a través de encontrar ese nuevo testamento y leerlo supo quien es Dios y cuanto amor mostró que dio a su hijo unigénito para que todo aquel que crea tenga vida eterna.
Desde luego que ella se acercó a su suegra para saber más acerca de la biblia, tenía tantas dudas que necesitaba de alguien más. Gracias a Dios que él mandó el apoyo necesario para que sus dudas poco a poco fueran resueltas, hasta llegar a una pequeña iglesia cristiana del lugar donde vivían y ahí le fue predicada la palabra de Dios la cual es viva y eficaz y llegó hasta su corazón, por eso es que como el apóstol Pablo, mi mamá no se avergüenza del evangelio porque es el poder de salvación a todo aquel que cree.
Desde ese primer acercamiento a Dios mi mamá enfrentó lo que también la palabra de Dios nos advierte que vamos a enfrentar: aflicciones. Pero ella confió en Jesús que él venció al mundo. Sus papás no estaban muy contentos en ese entonces con que su hija "cambiará de religión" ellos tenían un idea tradicional y lo que ahora mi mamá les compartía les parecía una locura. Entonces mi mamá tuvo que creer lo que el salmista afirmó en salmos 27:10 "Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá". Y así le ha cumplido Jehová hasta el día de hoy.
Unos cuantos meses después de haber dado el siguiente paso, es decir el bautismo, mi mamá tuvo una niña, era la segunda hija que tenía junto con mi papá. Una noche muy desafortunada, un alacrán le picó a la pequeña niña y aunque mis papás reaccionaron tan rápido como pudieron e hicieron lo que estaba en su alcance su pequeña niña murió. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. Job 1:21
Lo anterior es tan difícil para mí de imaginar, ahora que también soy mamá la idea de perder a mi hijo es insoportable. Justo aquí es cuando la fe es probada, y aunque humanamente mis papás tenían toda la razón para renegar y caer en amargura, ellos dos tuvieron la bendición de que Dios no permitió que ni la muerte los separara de su amor, en todas estas cosas Dios los hizo más que vencedores por medio de aquel que nos amó, Cristo Jesús Señor nuestro.
Pero esa no sería la única pérdida. Mi mamá también experimentó el dolor de perder a un bebé en su vientre. Ella tuvo que refugiarse nuevamente en el Señor, poner sus ojos en el autor y consumador de nuestra fe. Dice romanos que a los que han sido llamados conforme a su propósito todo obra bien. Y contra toda esperanza ella le creyó a Dios.
No quiero decir que todo ha sido malo, si tienes la oportunidad de hablar con ella seguro te dirá muchos buenos y hermosos momentos que Dios en su bondad le ha dado a lo largo de su vida, pero esta es parte que también ha vivido y que por difícil que parezca de entender Dios en su soberanía ha orquestado.
Luego de esos acontecimientos, la pérdida de la niña y de su bebé, Dios le dio la dicha de darle dos hijas más, (una de ellas soy yo) así que en total mis papás tienen tres hijas. Tres vidas a las que se dedicaron por completo y que con ayuda de Dios pudieron instruir en Su camino, ahora nosotras estamos grandes y aunque ya no vivimos con ellos, gracias a Dios y a su bondad tampoco nosotras nos hemos alejado de él. En palabras de mi mamá vernos en comunión con Dios, entre nosotras como hermanas y con ellos como papás, es una de sus mayores alegrías.
Quisiera que respecto a situaciones que para nosotros se consideran desagradables eso fuera todo lo que vivió, a mí ya me parece bastante, pero nuestros pensamientos no son los pensamientos de Dios y él todavía tenía otras circunstancias planeadas en la vida de mi mamá, no para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado en ella. Juan 1:14
Cáncer
En el año 2000 mi papá emigró a Estados Unidos como un esfuerzo de su parte por darnos una mejor vida, entonces mi mamá se quedó a cargo de mis dos hermanas y de mí. Yo recuerdo que ella siempre siguió asistiendo a la iglesia y me gustaba ver como cantaba y adoraba a Dios, aunque no entendía muchas cosas en ese entonces debido a mi edad, pero siempre vi en ella un amor genuino por Dios.
En ese entonces, comenzó con molestias en su cuello, muy cercas a su mejilla así que acudió con su médico general, en unas semanas después cuando se le entregó su diagnóstico fue el menos esperado, sobre todo si tu esposo está muy lejos y no tienes a nadie más contigo en ese momento para escuchar la noticia.Y aún ahí ella mostró mucha valentía, Dios le dio gracia para manejar lo que vendría de manera admirable.
Aunque yo dije: «Resbalan mis pies», tu fiel amor, SEÑOR, vino a ayudarme. Salmos 94:18.
Mi mamá tenía cáncer, y si lo escribiera con lujo de detalles habría bastante que decir, porque es el tipo de noticias que te cambia la vida. De pronto nos vimos envueltos en un sin fin de emociones y cosas por hacer al respecto. Mi mamá se refugió en Dios en todo momento, seguía orando y alabándolo, y nos motivaba a hacer lo mismo, a creer siempre en su fidelidad y amor, junto con ella aprendimos lo que es vivir por fe y no por vista.
Ella tuvo una cirugía, y muy poco después tuvo otra, pasó por todo el proceso de recuperación, en octubre de ese año mi papá regresó a casa como parte de los planes de Dios para nuestra pequeña familia.
En todo ese tiempo yo no recuerdo haber visto a mi mamá renegar, aunque su cuerpo estaba debilitado pero dentro de ella su espíritu se fortalecía cada día, y así ella daba gloria a Dios. Quienes la visitaban se iban motivados por escuchar lo que Dios le estaba enseñando, ella siempre compartía con mucho ánimo.
El cancer regresó por segunda vez. Mi mamá y todos en casa sabíamos lo que eso implicaba y el riesgo de una tercera cirugía, pero Dios quien es la fuente inagotable de toda provisión permitió que todo pasara de forma que ella pudo tener otra cirugía y se recuperó. Escribirlo es tan sencillo comparado con todos los meses que hay entre tener una cirugía de esa magnitud y la completa recuperación pero al mismo tiempo que hay tristeza, también hay alegría de saber que Dios es todopoderoso y que él jamás nos abandonó, ni lo hará. Mamá lo sabía y siempre nos alentaba con sus palabras.
En la biblia está la historia de una mujer que sangró durante mucho años y que tocó el borde del manto de Jesús y sanó. Lo que ahora se supone es que esa mujer tenía un tipo de cancer que aun no se describía en términos médicos por el poco avance de la época en la que nuestro Señor Jesús estuvo en la tierra, pero que la causa era ese sangrado constante.
Mi mamá sufrió de una enfermedad similar, además del cáncer en el cuello. Nuevamente ella enfrentó tribulación, y vio como dice en romanos, que esa tribulación le produjo paciencia, y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y mi mamá tiene del tipo de esperanza que no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en su corazón por el Espíritu Santo que le fue dado. Muchas personas han externado que admiran a mi mamá por su paciencia y porque inspira esperanza, ahora pueden darse una idea de como fue su proceso para llegar a ese punto; fue porque la gracia de Dios no ha sido en vano en su vida.
Fue necesaria otra cirugía y otro tiempo de recuperación, y ahí Dios seguía obrando en su vida y así ella compartía con mucha pasión de todos los milagros que Dios había hecho en ella, en todas sus conversaciones tanto con conocidos como desconocidos, no perdía oportunidad para mencionarlo a él. Ella nunca da las cosas por sentado, en ella hay verdadera gratitud.
Ahora si tu conoces a mi familia, sabrás que nunca hemos sido lo que se considera "acomodada" aunado a todas las cuestiones de salud, mis papás siempre sabían que el factor economía importaba bastante para salir adelante, así que nuestro amado Padre no sólo proveía con la tan anhelada salud de mamá sino con todas las necesidades básicas. Fue por Dios que mi papá tuvo las fuerzas de levantarse cada día para hacer su mejor esfuerzo sabiendo que Dios da a quien ama. Y enserio que él nos ama.
2 Corintios 4: 8-9 Por eso aunque tengamos toda clase de problemas, no estamos derrotados. Aunque tengamos muchas preocupaciones, no nos damos por vencidos. Aunque nos persigan, Dios no nos abandona. Aunque nos derriben, no nos destruyen.
El versículo anterior vino a cobrar aún más sentido cuando en el año 2017 nuevamente como familia, pero en especial mi mamá, enfrentamos un nuevo problema y una muy grande preocupación.
Por meses mi mamá tuvo dolores intensos de cabeza, y acudimos con ella para una resonancia magnética, el cual es un estudio de la cabeza para encontrar lo que causa el dolor. Esperábamos que era cuestión de que ella comenzará algún tratamiento de pastillas para erradicar el dolor. Pero no fue así de simple, una vez más escuchamos un diagnóstico aterrador: tumor en el tallo cerebral. Había crecido por aproximadamente 40 años dentro de su cabeza y ahora estaba tan grande que su cuerpo no podía seguir ignorando su presencia. "Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti". Mi mamá supó en su corazón que Dios le estaba diciendo la verdad aunque ella tenía temor.
Han pasado casi tres años desde esa cirugía, mi mamá aún sigue recuperándose. Y algo igual de importante sigue exaltando a Dios y comparte de Jesús a su manera tanto como puede. Todo el lado izquierdo de su cuerpo se vio afectado, incluida su habilidad para caminar, hablar, ver y escuchar. Posterior a eso ella ha tenido cuatro cirugías más en su ojo porque varios nervios fueron afectados y los han tratado de reconstruir.
Además, acudió de forma constante por dos años a terapias y aunque por mucho tiempo dejo de hacer sus actividades ahora las comienza hacer nuevamente y cada día logra algo más, te puedo afirmar que mi mamá se ha hecho fuerte en batalla. Nosotros su familia estamos felices por ella, la hemos acompañado en todo tiempo en este proceso y observamos maravillados todo lo que Dios ha hecho, y también nos impacta ver todo lo que Jesús significa para ella. Nos lo dice con sus acciones principalmente, y cuando puede con sus palabras también.
¡Gracias Jesus porque tú eres la vida y quien quien nos sustenta! Quiero concluir con la siguiente cita:
2 Corintios 4:17-18 Nuestros sufrimientos son pasajeros y pequeños en comparación con la gloria eterna y grandiosa a la que ellos nos conducen. A nosotros no nos interesa lo que se puede ver, sino lo que no se puede ver, porque lo que se puede ver, sólo dura poco tiempo. En cambio, lo que no se puede ver, dura para siempre.