Teníamos una deuda porque no cumplimos las leyes de Dios. La cuenta de cobro tenía todos los cargos contra nosotros, pero Dios nos perdonó la deuda y clavó la cuenta en la cruz. Colosenses 2:16 PDT

La carta de Colosenses es muy clara acerca de lo que Cristo hizo por nosotros.

Se que esto lo puedes encontrar en más de una parte de la biblia, debido a que al ser cristocentríca toda se trata acerca de él, pero quiero hacer mi escrito breve por eso sólo me enfocaré en unos cuantos versículos, y  aún así nos hablan de lo que Jesús hizo por nosotros de manera sorprendente.

El capítulo 2 de Colosenses nos muestra nuestra condición inicial y la cual por nuestras propias fuerzas no podemos cambiar, y es muerte espiritual, la cual se debe a nuestros pecados. Nadie esta exento, todos hemos pecado, no cumplimos con la ley de Dios y hemos sido destituidos de su gloria. (Romanos 3:23).

Lo anterior trajo como consecuencia la peor de nuestras deudas. La cuenta de cobro o como lo dice la versión Reina-Valera 1960, el acta de los decretos tenía todos los cargos en nuestra contra, eramos completamente culpables ante los ojos de Dios y sin comunión con él, ni tampoco la esperanza de agradarlo por mérito nuestro.

Pero Dios nos perdonó, que palabras tan increíbles se mencionan ahí mismo en el segundo capítulo de Colosenses versículo 14, el perdón vino del Padre hacia nosotros, no porque lo mereciéramos, no porque se lo pedimos, no porque lo logramos, pero porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree, no se pierda más tenga vida eterna. (Juan 3:16).

Así de inmenso fue el favor que Dios nos mostró hasta tal punto que dio a su propio Hijo para que muriera por nosotros (Romanos 8:32). Jesús fue quien soportó todos nuestros sufrimientos y cargo con nuestros dolores, él fue traspasado debido a nuestra rebeldía, fue magullado por las maldades que nosotros hicimos, el castigo que él recibió hizo posible nuestro bienestar. (Isaías 53:4-5).

La biblia dice que Dios clavó nuestra cuenta en la cruz, lo que significa que fue por medio de la muerte física de Cristo que nos hemos convertido en amigos de Dios. (Colosenses 1: 22) Su  sacrificio es perfecto y completo, por él y sólo en él tenemos el perdón que tanto necesitamos para dejar de ser enemigos de Dios y podernos acercar confiadamente a él.

Tenemos la certeza de que Jesús es el camino, y la verdad, y la vida; y que no vamos al Padre, sino por él. (Juan 14:6) Podemos descansar sabiendo que hemos sido reconciliados mediante la sangre que Cristo derramó en la cruz, (Colosenses 1:20) estamos seguros en sus manos, disfrutamos de la nueva vida que él nos da y que está guardada en Dios.

Te animo a que hoy permitas que el mensaje de Cristo viva plenamente en ti, que su paz controle  tu manera de pensar y de vivir, alégrate en la buena y maravillosa noticia que Dios hizo posible lo imposible para nosotros, y si hay cosas en tu mente y en tu corazón que te angustian o que temes, la realidad es que Jesús es él más importante en todo sentido y él es el cordero perfecto mediante el cual Dios nos perdonó.